Los fraudes a las compañías de seguros.
Los fraudes a las aseguradoras consisten en un fenómeno que, desgraciadamente, está a la orden del día y consiste en que el asegurado o beneficiario del seguro, con la intención de obtener un beneficio ilícito, usualmente de tipo económico, engaña a la compañía simulando la ocurrencia de un siniestro. Hay muchos tipos de seguros. Seguros de vida, de accidentes, de hogar, de automóvil, entre otros. Los fraudes más frecuentes se encuentran en el ámbito de los seguros de automóvil, seguido de los fraudes en los seguros del hogar, debido a la mayor facilidad de simular un siniestro. En el caso de los accidentes de circulación encontramos diversas modalidades: rellenar un parte amistoso entre dos conocidos sin necesidad de haber habido colisión; abarrotar un automóvil de ocupantes y provocar deliberadamente una colisión para que los anteriores puedan reclamar una indemnización por lesiones; exagerar y agravar las consecuencias de daños o lesiones en un siniestro ya producido; entre otras modalidades. En el caso de los seguros del hogar el fraude más frecuente se da en la cobertura de robo, donde se simula que se ha producido el mismo forzando o manipulando una puerta o ventana o, sobre todo, aumentando falsamente el valor de los objetos supuestamente robados. Se han dado incluso casos de fraudes en seguros de vida, si bien es poco habitual, dado la dificultad de simular la muerte de una persona. Cabe recordar que los fraudes a las compañías de seguros constituyen un delito de estafa según el Código Penal, si bien es poco frecuente que en temas de hogar o automóvil las compañías aseguradoras lleguen a denunciar estos hechos ya que cuentan con múltiples medios, peritos, investigadores y fuentes para detectar los fraudes y directamente se niegan a dar cobertura a los mismos.