Reclamación en accidentes de tráfico cuando el culpable se da a la fuga.
Los accidentes donde interviene un vehículo a motor están a la orden del día y pueden ser de diversos tipos en función del lugar y los implicados. Colisión entre dos vehículos, choques en cadena, atropello a peatones o incluso accidentes donde únicamente interviene un vehículo que, por ejemplo, se sale de la vía y golpea contra un muro.
A menos que haya un defecto en la vía que haya provocado el siniestro, siempre vamos a encontrar un vehículo culpable y si resultamos perjudicados sufriendo lesiones y/o daños materiales lo recomendable es dirigir la reclamación contra la compañía de seguros del culpable.
Pero, ¿qué sucede cuando el culpable se da a la fuga?
Independientemente de si hemos podido anotar o no la matrícula, lo recomendable es llamar a la policía para que intente localizar al fugado. Posteriormente realizarán el correspondiente atestado de lo ocurrido incluyendo o no la matrícula en cuestión y a partir de ahí podremos empezar a trabajar en nuestra reclamación.
En caso de no contar con la matrícula debemos dirigir nuestra reclamación al Consorcio de Compensación de Seguros, que es una entidad pública que funciona como fondo de garantía para cubrir las indemnizaciones que correspondan como consecuencia de un accidente donde el culpable ha resultado ser un vehículo sin seguro, un vehículo robado o un vehículo desconocido por haberse dado a la fuga.
En caso de contar con la matrícula también podremos acudir al Consorcio y solicitar un informe FIVA (Fichero Informativo de Vehículos Asegurados), cuya finalidad es saber con qué compañía está asegurado el contrario. Una vez sepamos la compañía, dirigiremos nuestra reclamación contra la que corresponda y si, por el contrario, no dispone de seguro, volveremos a dirigir la reclamación al Consorcio.