Agorafobia e incapacidad para el trabajo
La agorafobia es un trastorno que consiste en un miedo irrefrenable a salir a la calle o a los espacios abiertos. Existe la agorafobia grave y el trastorno ansioso depresivo.
Estos trastornos pueden limitar a la persona que los padecen y causan limitaciones funcionales como imposibilidad absoluta para utilizar el transporte público, incapacidad de rodearse de grandes masas de gente, incapacidad para trabajar en grandes espacios abiertos, cuadros de angustia, mareos e inestabilidad, etc.
Ante esta situación cabe preguntarse si es viable solicitar una minusvalía por agorafobia y la respuesta es que sí. La agorafobia es motivo y es un trastorno reconocido en el baremo para poder solicitar un certificado de minusvalía o discapacidad. Por lo tanto, llegado a un caso grave, podría ser susceptible de reconocimiento de una pensión de invalidez.
Recientemente un Juzgado de lo Social de Barcelona, en sentencia del pasado 15 de junio, ha reconocido una incapacidad permanente total a un trabajador, de profesión camionero, que padece dicho trastorno.
La sentencia razonó que el grado se reconocía “básicamente por el riesgo que comporta la conducción de un vehículo de dichas dimensiones bajo los efectos secundarios de la medicación que habitualmente debe tomar”, debido a las patologías que padecía (trastornos de abuso de alcohol, aunque ya en remisión, y trastorno de ansiedad generalizada por agorafobia). Pero dos años después, el INSS entendió que el pensionista había mejorado e inició de oficio un expediente de revisión.
Ahora el Juzgado de lo Social nº 31 Barcelona, Sentencia de 30 de junio 2016 le da de nuevo la razón al estimar que no ha existido ninguna variación entre la situación de hace dos años cuando se reconoció la IPT y la de ahora.
A este nivel, cabe recordar que el INSS puede revisar la situación clínica de la persona. Para que se produzca la modificación del reconocimiento debe existir una agravación o mejoría, para lo cual es necesario comparar el estado que presentaba el paciente en el momento del reconocimiento de la incapacidad permanente, con el que presenta en la actualidad.