Obligación de denunciar vs. prueba de cargo de la víctima en los delitos de violencia de género
El presente artículo tiene por objeto realizar una reflexión sobre el conflicto existente entre la conciencia colectiva, que anima a las víctimas de violencia de género a denunciar y la frustración, en cuanto a expectativas del proceso judicial. La víctima de violencia de género recibe así una doble victimización (la primera al sufrir la situación de violencia y, la segunda, al encontrarse con palos en las ruedas a nivel judicial).
El testimonio de la mujer se valora de forma minuciosa a diferencia de lo que ocurre en otros delitos. La violencia de género funciona conforme a unos mecanismos distintos a los de otros tipos delictivos, de forma que no se puede extrapolar a otros. La victima necesita tener elementos de pruebas firmes que lo acrediten.
Nuestro contexto social es bastante patriarcal, por lo que nos encontramos con que se culpa a la víctima, normalmente del sexo femenino, de la situación sufrida. Eso provoca que la víctima se apegue más al agresor y le cueste mucho más salir del círculo vicioso al que está sometida.
Las estadísticas muestran un problema que hay que combatir de raíz. En uno de los Congresos de Violencia de Género en Sevilla celebrado en noviembre de 2015, se aportó un estudio, que estimaba que en España habían ocurrido alrededor de 600.000 casos de violencia de género. De ellos 126.742 mujeres presentaron denuncias y como consecuencia de estas hubo 17.359 sentencias condenatorias. Por el contrario, 109.382 denuncias no acabaron en condena. Esto es, un 86,30% de denuncias que acaban en saco roto.
A nivel penal, el procedimiento acarrea muchos obstáculos para la víctima, a menos que cuente con testigos y pruebas fiables para demostrar la situación de violencia. En muchos casos, si la única prueba es la palabra de uno contra la del otro, se aplica el criterio in dubio pro reo y se resuelve a favor del presunto agresor.
Todo ello muestra que, a nivel general, en este tipo de delitos las pretensiones de la víctima no suelen llegarse a cubrir y que todavía estamos lejos de ser un referente en la lucha contra la violencia de género.
Indicar que el teléfono de Atención a víctimas de malos tratos por violencia de género es el 016.